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Tout a commencé avec le yoga

Mi viaje espiritual y de sanación comenzó sin duda por la puerta del Yoga, como muchos dirán, tan de moda ahora, pero una práctica milenaria... Mi primera clase fue en 2009, y no entendí nada en la primera clase a la que asistí.

Muchos años después me formé en Rishikesh, India como maestra de yoga multiestilos (con un énfasis en Hatha y Ashtanga).

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Mon histoire d'amour avec le Yoga

A mediados de 2011, tomé otra clase de yoga que cambiaría por completo mi vida. Por aquel entonces, vivía en París y estudiaba arquitectura. Buscaba encontrar el equilibrio en mi vida. A menudo, el único momento de profundo bienestar que experimentaba era a través de las clases de yoga. Era justo lo que necesitaba para eliminar toxinas y empezar el día con energía pura o relajarme bien antes de dormir.

 

Me enamoré de esta práctica cuando descubrí que no era necesario realizar una actividad de alto impacto para quemar grasa y tener un cuerpo tonificado. El yoga me proporcionó lo que siempre había buscado en mis actividades físicas, pero sin el componente competitivo ni exigente.

 

Comencé a tener una conexión diferente y muy profunda con mi cuerpo.

Empecé a ser consciente de mi respiración.

La meditación me abrió la mente de una manera trascendental. Ahora todo me parece mucho más claro; mis conexiones neuronales son mucho más rápidas y efectivas.

 

El yoga es una práctica donde no hay derrotas ni fracasos. A medida que progresas, tu cuerpo se adapta a ciertas posturas que combinan flexibilidad, fuerza muscular y equilibrio mental.

Las clases las impartía una profesora muy dinámica, paciente y cariñosa. Sabía escuchar a sus alumnos y supervisaba de cerca nuestro progreso.

 

Supe que el yoga siempre estaría presente en mi vida cuando empecé a notar que mi cuerpo se volvía más ligero, mis músculos se fortalecían, mi mente se aclaraba y mi vida se equilibraba en todos los sentidos. Algunas posturas (asanas) me resultaban muy fáciles, seguramente gracias a mis años de ballet clásico, mientras que otras no. Lo que definitivamente me motivó a continuar con esta práctica fue el día en que finalmente progresé en una postura que me resultaba muy difícil de mover y estirar. Mi cuerpo se abrió, mi alma floreció. Mi profesora, Julie, me dijo entonces que para lograrlo necesitaba paciencia. Me llevó varios meses de esfuerzo, tolerancia y persistencia. Soltar para ganar flexibilidad, disciplina para ganar fuerza y ​​motivación para ser constante.

 

Estos son los principales beneficios del yoga:

 

Reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca

Favorece la relajación y reduce el estrés

Mejora la autoestima y la confianza en uno mismo

Mejora la coordinación y la concentración

Favorece la digestión

Ayuda a dormir mejor

Mejora la condición física y la postura en general

 

Existen muchos tipos o estilos de yoga diferentes. Estos van desde suaves hasta más intensos. Algunos de los estilos de yoga más populares son:

Ashtanga o power yoga. Este tipo de yoga ofrece un entrenamiento más desafiante. En estas clases, se pasa rápidamente de una postura a otra.

Bikram o hot yoga. Se realizan una serie de 26 posturas en una habitación a una temperatura de entre 35 °C y 37,8 °C (95 °F y 100 °F). El objetivo es calentar y estirar los músculos, ligamentos y tendones, y purificar el cuerpo mediante el sudor.

Hatha yoga. Este término se utiliza a veces como general para el yoga. Generalmente incluye tanto la respiración como las posturas. Inicialmente, este yoga se utiliza para preparar el ritual de meditación.

Integral. Una forma suave de yoga que puede incluir ejercicios de respiración, cantos y meditación.

Iyengar. Un estilo que presta mucha atención a la alineación precisa del cuerpo. También permite mantener las posturas durante períodos prolongados.

Kundalini. Enfatiza los efectos de la respiración en las posturas. El objetivo es liberar la energía de la parte inferior del cuerpo para que pueda fluir hacia arriba.

Vinyasa. Este estilo adapta las posturas a las necesidades y capacidades de cada persona y coordina la respiración y las posturas.

 

¿No sabes por dónde empezar?

 

Simplemente permítete tener una experiencia de principiante con amor y tolerancia hacia tu cuerpo. Si tienes movilidad limitada, una clase suave te permitirá lograr algo beneficioso para tu cuerpo. Aumentar tu nivel de práctica clase a clase te permitirá comenzar a ver gradualmente los resultados de esta práctica. Te encantará porque es suave y fácil, y te dará la confianza para seguir adelante. Después, no querrás abandonar el yoga, ya que los pequeños logros te motivarán a afrontar nuevos retos.

 

¿Quieres aprender más sobre yoga y meditación?

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Courriel : nadine.taranger@gmail.com

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